República Checa

 

Fuente: Global Pensions
Autor: Andrew Sheen
Fecha: 21/02/2008

El gobierno checo ha aprobado provisoriamente cambios radicales en el sistema previsional del país, diseñados para contener los potenciales masivos déficits a futuro y reformar la economía.

Los cambios que todavía necesitan la aprobación del parlamento, aumentarán la edad de jubilación desde los 61 hasta los 65 años hacia el 2031 y aumentará el período de pago de contribuciones de seguridad obligatoria de 25 a 35 años en el 2010.

Judit Kovacs, consultora en Watson Wyatt en Hungría, dijo que era demasiado temprano para evaluar los eventuales impactos de los cambios y que se requerirá de más tiempo e investigación para medir de lleno los efectos de estas reformas.

Sin embargo, los oponentes políticos de las reformas - los Social Demócratas y los Comunistas, los partidos de izquierda del país - han prometido luchar contra las propuestas en el parlamento a pesar del hecho de que el gasto social en el país se ha incrementado en 70% desde 1999 y ha superado los niveles de 2006 en US$ 4 billones.

El mes pasado, el primer ministro Mirek Topolanek presentó la agenda fiscal para la reforma previsional en la cual comprometió el país a "salvaguardar la estabilidad a largo plazo" del sistema previsional. Junto con los aumentos en la edad de jubilación y las contribuciones de seguridad social, las propuestas incluyen la introducción de un segmento de edad flexible para la jubilación y la creación de un fondo de pensiones de reserva.

Topolanek también sugirió la eventual creación de un pilar de ahorros voluntarios basado en un principio de salida voluntaria.

Esta semana, la Comisión Europea criticó a la República Checa en un informe sobre la convergencia económica, diciendo que los actuales niveles de deuda fiscal bruta - alrededor de 30% del PIB - causado principalmente por los costos de salud y pensiones, eran insostenibles.

Dijo que había colocado al país en riesgo elevado a no ser que obedeciera a estrictas reglas de gasto público y se refirió específicamente a "reformas previsionales y de salud pública necesarias" como un obstáculo al progreso.

En una declaración, Joaquín Almunia, comisionado de asuntos económicos y monetarios, dijo "en vista del aumento proyectado en los gastos relacionados con la edad, se necesita mejorar la sustentabilidad de las finanzas públicas a través de las reformas necesarias a la previsión y la salud".