Brasil

 

Fuente: Gazeta Mercantil
Autor: Fernando Pimentel de Melo
Fecha: 04/05/2007

Estudios académicos señalan que, por una parte, los fondos de pensiones, que a fines del año pasado llegaron a un patrimonio de R$ 375 billones (aprox. MMU$196.912), deben ampliar sus inversiones en las empresas en cerca de R$ 100 billones (aprox. MMU$52.509) en los próximos cinco a diez años. Esas cifras, ciertamente, ya dicen mucho sobre cómo el ahorro en materia de previsión está contribuyendo a crear un Brasil mejor; pero además  detrás de todo eso se está haciendo algo igualmente o más importante, que contribuye también al mejoramiento del planeta.

Reconocidos como grandes inversionistas institucionales del país, los fondos se están valiendo cada vez más de su condición de fuentes de recursos estables de largo plazo para influir en las compañías en las cuales invierten en el sentido de convertirlas en instituciones con mayor responsabilidad social y ambiental.

Estimular a las empresas para que sean más responsables social y ambientalmente no significa, en modo alguno, imponer una censura u obstáculo para que obtengan utilidades. Por el contrario, la base racional de los fondos de pensiones reside en el hecho de percibirse que únicamente mediante esa responsabilidad es posible que ese carácter lucrativo persista en el curso del tiempo. En realidad, es preferible en gran medida invertir en corporaciones que, conscientes de los anhelos de la sociedad y sin agredir el medio ambiente, pueden conservar para si mismas un lugar en el futuro. Por último, las ganancias fáciles basadas en la destrucción y el uso irresponsable de los recursos naturales no pueden sustentarse, constituyendo algo que se agota rápidamente, y no atraen a los verdaderos inversionistas.

Y los fondos de pensiones, más que constituir los mayores inversionistas institucionales, son los que están más asociados al concepto de largo plazo, ya que los horizontes dilatados en el tiempo son propios de la naturaleza de los planos de previsión comprometidos con el pago de jubilaciones y pensiones al cabo de décadas de acumulación de reservas, y además porque en su ciclo de inversión transcurre un largo período de tiempo durante el cual los trabajadores que participan en los planes constituyen sus ahorros y disfrutan de los mismos en forma de benefícios de previsión. Entre un momento y el otro transcurren 30, 40 y 50 años o más. Eso explica el comportamiento tan diferente del especulador de corto plazo y ayuda a entender la preocupación por invertir en negocios que tengan raíces profundas y confiables, que se distingan por la ética y transparencia y apunten a un mejor manejo y respeto del medio ambiente. Y con esas ideas las instituciones asociadas a ABRAPP, que participan actualmente por tercer año consecutivo, a través de la Asociación,  en el CDP Carbon Disclosure Project-, iniciativa dirigida a reducir la emisión de gases que afectan el clima, están adoptando también los PRI:  Principios de Inversiones Responsables.

El CDP es una iniciativa de 155 inversionistas institucionales globales, responsables de la gestión de US$21 trillones y que procuran, en la mayor medida posibe, invertir únicamente en empresas responsables y que comparten sus valores, precisamente porque el hecho de reducir la emisión de gases que son causa del efecto invernadero solucionó también un problema financiero.

El CDP es un éxito desde su primera edición brasileña, apoyada desde el comienzo por los fondos de pensiones. Como lo muestra la experiencia mundial, el porcentaje de respuestas de las empresas, en el primer año en que el CDP se introduce en un nuevo país oscila, en promedio, en torno al 30%. En Brasil, se alcanzó más del doble de ese porcentaje.

El PRI es ya un documento elaborado a partir de la iniciativa de la ONU, que procura definir un conjunto de prácticas y principios de responsabilidad social y ambiental y gestión corporativa, que deben observarse por los gestores de activos en sus operaciones en el mercado. Participan administradores de recursos de los Estados Unidos de América, Alemania, Francia, Australia, Nueva Zelandia, el Reino Unido, Dinamarca y Japón, entre otros países que también comparten esas ideas.

En realidad, los fondos de pensiones están sumamente comprometidos desde hace mucho tiempo en la lucha por la responsabilidad social y ambiental en Brasil. En agosto de 2003, un acuerdo de cooperación celebrado entre la Asociación y el Instituto Ethos comenzó a contribuir a una mayor difusión del tema entre un número creciente de asociadas.

En 2005, fue creado por la Bovespa el ISE, Índice de Sustentabilidad Empresarial, y la ABRAPP fue luego invitada a formar parte de su consejo, integrado también por la ANBID, APIMEC, IBGC, IFC (International Finance Corporation, rama del Banco Mundial), el Instituto Ethos y el Ministerio del Medio Ambiente. El nuevo índice tiene como objetivo reflejar una cartera de acciones constituida por títulos de empresas con un reconocido compromiso con la responsabilidad social y la sustentabilidad empresarial. 

 

Fuente: ABRAPP
Autor: Fernando Pimentel
Fecha: Mayo 2007

 
En julio próximo, los fondos de pensiones cumplirán 30 años de vida regulada en el país. Nacieron básicamente por iniciativa del Estado y grandes corporaciones privadas. En tres décadas se han propagado, llegando a las medianas empresas de muy diversos sectores de la economía. Un rápido balance muestra que hay cerca de 2,6 millones de trabajadores protegidos y un ahorro previsional acumulado de R$ 380 billones (aprox MMU$199.537), monto equivalente a 16,1% del PIB brasileño. Así, más que por conmemorar las conquistas del pasado, este 30º aniversario llama la atención por mirar hacia los logros del futuro.

La mayor de todas esas conquistas futuras ya se está estableciendo, y es la vertiente asociativa de la Previsión Complementaria, surgida concretamente hace menos de tres años, con ya 200 proyectos en funcionamiento. A diferencia del otro pilar más tradicional, en el cual empresas patrocinadoras contribuyen junto con los empleados en los gastos de los proyectos creados por esas mismas empresas, en esta nueva forma de previsión, instituida por asociaciones y sindicatos, la responsabilidad de crear reservas está en mayor medida en manos de los afiliados y trabajadores. Y precisamente en este nuevo modelo de fondos de pensión se encuentran las mayores oportunidades de llevar la jubilación y la pensión complementarias a un mayor contingente de brasileños.

La Previsión Complementaria como un todo está creciendo, y las posibilidades aumentan innegablemente en la medida en que, al reiniciarse la expansión de la economia, necesariamente más empresas se ven estimuladas a patrocinar proyectos para sus empleados, recurriendo así a uno de los instrumentos más eficaces de una política de recursos humanos moderna. Por otra parte, la renovación de la base legal y normativa y de los medios creados en los últimos años contribuye asimismo a atraer a los empresarios en esa direción. Todo lleva a creer, sin embargo, que aún así las nuevas fronteras que deben atravesar los fondos de pensiones se encuentran en mucho mayor medida en sus vertientes asociativa y del servidor público.

La reglamentación de los fondos dirigidos a los servidores se encuentra probablemente próxima, pero la llamada Previsión Asociativa no es una promesa, sino algo que ya está produciendo frutos concretos. Hay un intenso movimiento de parte de las entidades que agrupan especialmente a abogados, médicos, dentistas, ingenieros, promotores fiscales de los tribunales, magistrados y empresarios del comercio, en dirección al establecimiento de proyectos complementarios del INSS. En todo aquello hay una sensación de urgencia, y resulta fácil comprender el motivo: los fondos pagan jubilaciones y pensiones con valores entre cinco a ocho veces superiores a lo otorgado por la Previsión Social.

A eso se debe la prisa. El proyecto de la OAB-SP ya cuenta con la adhesión de más de 5.000 abogados en menos de un año de campaña. El proyecto de la OAB-MG está provocando una de las reacciones más favorables de todo el país. Por su parte, entidades representativas del Ministerio Público y la Justicia están examinando la posibilidad de establecer un proyecto que tendrá como público-objetivo 17.000 promotores fiscales de los tribunales y 15.000 jueces de los estados. Unicamente la FECOMÉRCIO  -Fundación de Previsión Asociativa-, desde que fue autorizada por el gobierno a mediados de mayo para incluir como participantes a los socios de las empresas afiliadas a los sindicatos patronales del comercio, adquirió musculatura suficiente como para agrupar por sí sola a más de 500 mil afiliados, o sea, la cuarta parte de todo el contingente actual de brasileños que ya participan en la Previsión Complementaria, que de una sola vez podrá así aumentar en un 25%.

Con el crecimiento de la vertiente asociativa, existe la expectativa de que el número actual de afiliados de la Previsión Complementaria aumente de alrededor de 2,6 millones a 6 millones de personas. Si agregásemos a los dependientes, tendríamos 20 millones de brasileños efectivamente protegidos en caso de enfermedad y en la edad madura por la Previsión Complementaria. La investigación realizada por la ABRAPP, junto con los 10 sindicatos mayores e igual número de organismos de categoría, identificó un potencial de cerca de 4 millones de nuevos afiliados. No es exagerado suponer que con ese ritmo consigamos alcanzar un ahorro previsional de R$ 600 billones (aprox. MMU$315.059) ya en el año 2010. Es un verdadero logro para un país con tanta carencia de ahorro interno.

Ese es uno de los círculos virtuosos en que todos efectivamente ganan: el participante, al cual las reservas acumuladas garantizan un buen estándar de vida una vez terminada la etapa laboral de la vida; la entidad sindical o asociativa, que ve reforzado su liderazgo en la categoría profesional a cuyo servicio se encuentra y pasa a atraer nuevos asociados, y la economía brasileña, en la cual ese ahorro previsional se invierte y genera prosperidad y nuevos empleos. Por último, algo que se suma al conjunto de buenas notícias que Brasil ha conseguido entregar en los últimos tiempos es el hecho de que se refuerza en todos nosotros la convicción de un futuro mejor.