La Comisión Europea, que ha promovido, por mucho tiempo, el libre flujo de trabajadores en la Unión Europea, propuso una legislación que permitiría a las personas llevar con ellos los beneficios de sus planes suplementarios de pensiones, cuando cambian de trabajo a otro país miembro de la UE.
 
El Comisionado del Trabajo de la UE, Vladimir Spidla indicó que esta ley -la cual ha sido debatida intermitentemente por 15 años- permitirá que los trabajadores que se cambien a otro país simplemente continúen contribuyendo pagos mensuales a su plan complementario de la misma manera en que lo hacían antes.
 
Bajo las actuales leyes, el trabajador debe cerrar sus créditos en un país, congelarlos y empezar de nuevo en otro país. Sin embargo, existen diferentes períodos de espera y regulaciones entre los países, y los créditos congelados pueden disminuir los retornos. La actual ley enfrenta formidables barreras, dado que se debe trabajar con regulaciones y leyes de 25 países que, además, tienen diferencias en sus planes complementarios.
 
La nueva propuesta debe ser aprobada por el parlamento Europeo y por los países individuales antes de convertirse en ley. Incluso bajo la nueva ley, se espera un período de transición de 10 años y se mantendrían significantes excepciones.