El gobierno germano está considerando la propuesta de incrementar la edad obligatoria de jubilación de 65 a 67 años, en una medida que, aprobada, podría enviar una señal reformista a través de Europa pero podría causar el revuelo de grupos de beneficencia y de jubilados en Alemania.
 
Muchos países europeos están lidiando con una sociedad que se hace cada vez más vieja, pero Alemania sería una de la primeras naciones en incrementar la edad, como forma de expandir la fuerza laboral y facilitar la carga a las arcas estatales.
 

La decisión se combinaría con programas para promover el empleo para la tercera edad y permitiría que las personas se jubilasen a los 65 años, siempre y cuando cumpliesen con haber pagado cierto nivel de contribuciones.