OECD |
La Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica, OECD, ha enarbolado el "principio de la persona prudente" como su principal filosofía dentro de nuevas directivas sobre la administración activos de fondos de pensiones.
Las directivas marcan una iniciativa de los 30 países pertenecientes a la OECD, para marcar estándares internacionales de regulación supervisoria y administración diaria de los activos de pensiones.
Para seguir la regla de la persona prudente, la OEDC estipuló que los fondos debieran: definir y seguir políticas de inversión globales; requerir al cuerpo gobernante que actue en "el mejor interés" de los beneficiarios cuando inviertan en planes de activos; establecer controles internos y procedimientos para la implementación y monitoreo de la forma en que son administradas las inversiones; identificar y medir los riesgos a los cuales el fondo está expuesto y montar mecanismos que vigilen y administren estos riesgos.
Para permitir a los inversionistas una clara imagen de como el fondo está funcionando, la OECD dijo que el valor de mercado de los activos del fondo y responsabilidades debieran ser reveladas regularmente.
La organización cree que las estipulaciones legales no deberían prescribir un nivel mínimo de inversión para ninguna categoría de ésta, así como tampoco prohibir que los fondos de pensiones inviertan en el extranjero.