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El IESS enfrenta el difícil reto de evitar que el déficit de 3 700 millones de dólares del Seguro de Vejez, Invalidez y Muerte aumente.
Este hueco financiero se refleja en la deuda del Estado al Instituto, de 2 500 millones de dólares; el 92 por ciento (2 300 millones) le pertenece al fondo de pensiones.
Si el Gobierno no paga, el balance actuarial aprobado hasta diciembre del 2003 alerta que el déficit subirá a 10 000 millones. El Gobierno, en tanto, aduce que la deuda es de 570 millones. Pero si se toma en cuenta este monto, a pensiones le corresponde la mayor parte: 320 millones.
Junto con la cuantificación de la deuda, el IESS, además, contrastó los ingresos de los aportes de los afiliados (1,2 millones) con los egresos por pensiones jubilares.
Y se concluyó que las aportaciones de cuatro afiliados financian la pensión de un jubilado, cuando la relación debiera ser nueve asegurados por un pensionista.
Alberto Cárdenas, ex ministro de Bienestar Social y ex presidente del Consejo Superior del IESS, señala que el modelo de reparto llevó al IESS a la descapitalización. Pero aclara que de darse un sistema mixto tiene que estar claramente definido, ya que la capitalización individual es inviable “política y económicamente”.
“Si la capitalización se realiza a través de las administradoras de fondos previsionales, éstas liquidarían al IESS y quién paga a los actuales y futuros jubilados”.
Para Cárdenas es necesaria una profunda reforma en las áreas administrativa, de salud y del Seguro Social Campesino. De lo contrario, el déficit actual se tornará inmanejable en pocos años