Este informe, publicado por la Organización Internacional de Empleadores (OIE), organismo que representa a las empresas en los debates sobre políticas sociales y empleo en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), resume el estado global de los sistemas de protección social y presenta los futuros desafíos y oportunidades que estos enfrentan.

La primera sección describe los pisos de protección social (PPS), que son parte de la labor de la OIT para la promoción de la protección social en todo el mundo. Esto va seguido de una descripción de estado de las prestaciones y el gasto en materia de protección social a nivel mundial, destacando la repercusión de la COVID-19 y las lagunas de cobertura que persisten. La sección 3 plantea el debate sobre las oportunidades y las limitaciones a la hora de aumentar la inversión en protección social, y enfatiza el problema de la economía informal. La sección 4 se centra en las pensiones, que representan un desafío estructural para los PPS. La sección 5 indaga en los nuevos desafíos que la digitalización y la economía de plataformas plantean a los sistemas actuales, y analiza los debates actuales en los que se trata el modo de abordar esta cuestión. Por último, la sección 6 examina diferentes experiencias innovadoras que se han puesto en marcha en todo el mundo y que pueden funcionar como programas preestablecidos para otros países.

En el capítulo 4 “Desafíos Estructurales: Pensiones” (páginas 13-14), los mensajes principales son:

• La mejor forma de lidiar con la insostenibilidad de los sistemas de pensiones es basar al menos parte de su financiación en la capitalización individual, cuya ventaja consiste en que mientras que los sistemas de reparto están financiados únicamente a través de cotizaciones, en los sistemas de capitalización, los recursos proceden predominantemente de los rendimientos de las inversiones.
• Dado que los sistemas por capitalización individual aumentan el nivel de ahorro, han tenido efectos macroeconómicos positivos, dando lugar a un PIB más alto, al crecimiento del empleo y los salarios y, por tanto, han aumentado los recursos disponibles para financiar las pensiones.
• Para afrontar el desafío demográfico y hacer que los sistemas de pensiones sean más sostenibles, en el mundo los países han migrado total o parcialmente hacia mecanismos de capitalización, pasando de 17 países en el año 1999 a 46 en el año 2022.

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