FIAP hace un llamado a los Organismos Internacionales y a las autoridades de Europa Central y del Este a no debilitar las reformas de pensiones en dicha región

Fuente: FIAP.
Fecha: Octubre de 2010

Con fecha 27 de octubre de 2010, FIAP envió cartas a las autoridades del Banco Mundial, Sr. Arup Banerji, Director Social Protection & Labor (ver aquí); Sr. Michal Rutkowsky, Sector Manager for Social Protection in the Europe and Central Asia Region (ver aquí); y  Sra. Anita Schwarz, Lead Economist Human Development Sector (ver aquí), manifestando su preocupación por la decisión que están tomando algunos países de Europa Central y del Este, que han hecho reformas a sus sistemas de pensiones bajo la modalidad de capitalización individual de contribuciones definidas, de estudiar la vuelta a los antiguos sistemas de reparto. 

Concretamente, FIAP ha tomado conocimiento de la tensa situación que se está viviendo en la industria de pensiones privadas de Hungría a raíz de la aprobación de una ley, el 25 de octubre de 2010, por 250 votos a favor y 11 en contra, que:

(i) Congela los aportes al programa de capitalización individual en el sistema mixto de pensiones, el cual comenzó a operar en enero de 1998. El congelamiento partirá desde el 1 de noviembre de 2010 hasta el 31 de diciembre de 2011, en un intento por controlar el déficit fiscal de dicho país.

(ii) Permite que desde ahora en adelante la afiliación al sistema mixto de pensiones (y por ende, al segundo pilar de cuentas individuales) de las nuevas personas que ingresan al mercado laboral  sea voluntaria.

(iii) Permite dar opción, desde ahora en adelante y en forma permanente, a los afiliados que actualmente cotizan en el sistema mixto de pensiones, de volver al antiguo sistema de reparto puro con sus saldos acumulados en sus cuentas individuales respectivas.

Como es de conocimiento, el sistema de pensiones húngaro de reparto, fue reformado en 1998. Dicha reforma, incorporó, al pilar existente, un segundo pilar, de ahorro y capitalización individual y administración privada. Este nuevo sistema de pensiones, de carácter mixto complementario, es obligatorio para todos los trabajadores dependientes e independientes menores de 42 años, que ingresan por primera vez a la fuerza laboral. La tasa de cotización total a este sistema mixto es 33,5% de la renta imponible del trabajador, del cual el empleador financia una tasa del 24% (que va íntegramente al programa de reparto) y el trabajador una tasa del 9,5% (del cual la tasa del 1,5%, va al programa de reparto y la tasa del 8% va a la cuenta individual de capitalización).

El esfuerzo desplegado por los países que han hecho reformas basadas en la capitalización individual de los ahorros en Europa Central y del Este , para consolidar sus actuales sistemas de pensiones, está hoy siendo amenazado por la necesidad que tienen sus gobiernos de reducir la deuda pública y los déficit fiscales y cumplir con los objetivos y acuerdos establecidos por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que ha llevado a algunos sectores políticos y gubernamentales de dichos países, a plantear el “desmantelamiento” (cuasi nacionalización) del segundo pilar, con el subsecuente vuelta a los antiguos sistemas de reparto.

Sin embargo, creemos que pensar que con dichas medidas se disminuirá la deuda pública, es una falacia, por las siguientes razones:

-El problema fiscal que están enfrentando la mayor parte de los gobiernos de los países de Europa Central y del Este es resultado de la erosión de los activos del antiguo sistema previsional y la crisis financiera reciente. Los factores demográficos que enfrentan estos sistemas de reparto (aumento de la expectativa de vida y disminución de la tasa de fertilidad) ha impactado fuertemente a estos sistemas haciéndolos insostenibles. Los beneficios definidos de los regímenes de reparto, en muchos casos son superiores a las contribuciones realizadas por los trabajadores durante la etapa activa, lo cual, está presionando a los países con estos sistemas a incrementar las edades de pensión y a disminuir los beneficios entregados.

-La sustentabilidad financiera de los programas de pensiones, estuvieron entre las principales razones que tuvieron los gobiernos de Europa Central y del Este para implementar los sistemas privados de pensiones de contribuciones definidas, pues necesitaban mejorar las perspectivas del déficit del sector público. En consecuencia, la medida planteada por el actual gobierno húngaro, sólo estaría cambiando un tipo de deuda por otro y se estará perjudicando la situación fiscal en el mediano y largo plazo. Se estará intentando resolver un problema hoy, pero al costo de agravar un problema en el futuro.

-Existe un desigual tratamiento contable de la deuda pública de los países que han reformado sus sistemas de pensiones, versus aquellos que no reformaron. En los países con reforma, la deuda pública “explícita”, contable, se origina por el reconocimiento por parte del gobierno, de los beneficios de los trabajadores que cotizaron en el antiguo sistema de reparto y que en el futuro deberán recibir las pensiones prometidas por dicho sistema. Sin embargo, en los países sin reforma, esta deuda llamada “implícita”, no está registrada en la contabilidad gubernamental, a pesar de que los acreedores sí existen. En ese contexto, FIAP envió el 31 de agosto de 2010 una carta al Presidente del Consejo Europeo (ver aquí) y a distintas autoridades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Internacional de Supervisores de Pensiones (IOPS), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), haciendo un llamado para modificar los procedimientos de cálculo del déficit y de la deuda pública en los países de Europa Central y del Este que han introducido reformas a sus sistemas de pensiones. El Director General del FMI, Dominique Strauss-Kahn, a fines de septiembre de 2010, envió su respuesta a la FIAP (ver acá), señalando que tal como ya lo han hecho, seguirán enfatizando la necesidad de efectuar reformas para efectivamente dar solución al tema de la deuda implícita y evitar la reversión de las reformas basadas en la capitalización individual de los ahorros.

FIAP considera que este “desmantelamiento” (o cuasi “nacionalización”) de los fondos de pensiones, que pretende realizar el gobierno húngaro, tiene consecuencias negativas, para el trabajador, para su sistema de pensiones y para la economía del país debido a que: 

-El potencial efecto positivo de la acumulación de los fondos de pensiones sobre la economía (mayor crecimiento económico, mercados de capitales más líquidos y profundos, mayor número de instrumentos financieros disponibles para la inversión, menores costos de transacción) dependen en alto grado del volumen de fondos acumulados. Cuanto menor sea la tasa de cotización al pilar de capitalización individual, menor será el volumen de recursos acumulados y, consecuentemente, menores serán dichos efectos.

-Este tipo de medidas daña la inversión extranjera en Hungría, ya que los cambios repentinos en las políticas de largo plazo incrementan la percepción de los riesgos de inestabilidad en el estado político y económico del país. 

En la misma línea, a fines de octubre de 2010, el FMI, a través de un reporte sobre su última misión en Hungría (ver acá), señaló que la reforma propuesta significaría un significativo paso hacia atrás en el proceso de reforma a las pensiones iniciado a fines de los años 90, el que ha contribuido a construir uno de los sistemas de pensiones más sostenibles de Europa. El reporte también señala que la sustitución de la deuda explícita por pasivos contingentes reducirá la transparencia fiscal, incrementará los riesgos fiscales, afectará negativamente el desarrollo del mercado de capitales doméstico (una de las fortalezas de Hungría en comparación con otros países de Europa Central y del Este) y obstaculizará el crecimiento económico a largo plazo.

FIAP ha considerado importante hacer ver al Banco Mundial, su opinión en estas materias, en el convencimiento de la importancia que tiene la consolidación y fortalecimiento de los nuevos programas de pensiones de contribuciones definidas, creados en Europa Central y del Este, en su mayoría con el apoyo del Banco Mundial, por los significativos beneficios que éstos tienen sobre los beneficios de los trabajadores, la economía, la deuda y déficit fiscal de estos países. Nuestra organización se pone a vuestra disposición para colaborar en materias técnicas y brindar nuestro apoyo para detener y/o evitar estas iniciativas que afectan a los países de dicha región.