Desde su puesta en marcha, en mayo de 1981, las AFP han sido grandes promotoras del ahorro en Chile, y en la actualidad administran cinco grandes tipos de cuentas para este objetivo. Las cuentas de ahorro individuales, sean obligatorias o voluntarias, son actualizadas permanentemente y permanecen abiertas en forma indefinida.

Esta herramienta es un componente imprescindible en el esquema de ahorro y capitalización individual, mecanismo fundamental en la protección social basada en el principio que las personas se beneficien de su esfuerzo y responsabilidad al final de su vida laboral. Ahorrar representa un sacrificio, ya que con ello se posterga consumo presente para asegurar un flujo de ingresos en la vejez.

Las AFP administran cinco cuentas, tres de las cuales están diseñadas para proveer pensiones, en tanto que dos si bien tiene otros propósitos, los fondos pueden ser utilizados para mejorar la pensión o adelantar la edad de jubilación.