BOLETIN FIAP
Boletín FIAP
La Capitalización Individual en los Sistemas Previsionales de América Latina

 La Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS) editó el libro "La Capitalización Individual en los Sistemas Previsionales de América Latina", en el cual se analizan las experiencias latinoamericanas de los sistemas previsionales de los últimos 20 años, que incorporaron la administración privada de los fondos de pensiones, siguiendo la lógica de la capitalización individual de las cotizaciones de los trabajadores.
 
El libro se encuentra disponible en el sitio web de la AIOS, http://www.aiosfp.org, y de los organismos de control de los países miembros.
 
El trabajo se presenta dividido en tres secciones. En la primera, se reseña brevemente la evolución de los sistemas de seguridad social y las reformas de los sistemas de pensiones en los países analizados: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay.
 
La segunda sección presenta los actuales sistemas de pensiones. Se describe, entre otros aspectos, lo relacionado con la cobertura legal, las opciones que se presentan a los trabajadores, el tipo de prestaciones previsionales, las características de las empresas privadas encargadas de la administración de los ahorros previsionales, los fondos de pensiones y el rol que cumple el estado en los distintos regímenes nacionales.
 
La tercera sección, que cierra el libro, analiza en forma comparada las distintas experiencias, en términos de los aspectos descritos en la sección anterior, que incluye cuadros resumen para permitir una rápida comparación entre países.
 
En América Latina, las instituciones de la seguridad social evolucionaron en el transcurso del siglo pasado. En las dos últimas décadas, se observó una modificación en la forma de organización de la previsión social.
 
En el año 1981, Chile abrió el proceso de reforma de los sistemas de pensiones de la región con la incorporación del modelo de capitalización individual obligatoria de los ahorros previsionales de los ciudadanos, administrados por empresas privadas, cuyos activos se invierten en los mercados de capitales locales y una porción menor en los mercados financieros internacionales. En las dos décadas siguientes, el modelo de reforma se extendió a otros países de América Latina conservando características propias, de acuerdo a los diseños nacionales.
 
En 1993, Perú puso en funcionamiento el régimen de capitalización individual; en 1994, Colombia y Argentina; en 1996, Bolivia, México y Uruguay; en 1997, El Salvador; en 2000, Costa Rica y Nicaragua; y en 2003, República Dominicana. En Ecuador, la reforma fue aprobada, pero no reglamentada, por lo que todavía no está en funcionamiento.
 
Las reformas previsionales pretendieron superar las crisis nacionales de los sistemas existentes hasta ese momento, que reconocían aspectos comunes y diferenciados en las distintas experiencias nacionales. Entre los primeros se destacaban los desequilibrios financieros de los sistemas y una cobertura previsional menor a la deseada. A su vez, existieron otros elementos que condujeron al proceso de reforma que fueron específicos para cada uno de los países que iniciaron estos procesos de cambio.
 
En la mayoría de los casos, la reforma se articuló con una combinación de cambios en los parámetros estructurales de los regímenes previsionales –edad mínima y años de aportes exigidos para pensionarse- con una modificación en la organización de los mismos a través de la introducción de la capitalización individual.
 
De este modo, se evidencia que las reformas previsionales en América Latina de las últimas dos décadas tuvieron como objetivo mejorar la eficiencia en el funcionamiento de los regímenes nacionales, por medio de:
 
- la modificación de determinados parámetros intrínsecos de los sistemas (tasa de aportes, años de cotización, edad mínima para alcanzar los beneficios); y
 
- la realización de verdaderas reformas estructurales a través de la sustitución, integración o complementación de los antiguos esquemas de reparto con los nuevos regímenes de capitalización individual de los aportes previsionales, la administración privada de los mismos y la inversión de los fondos acumulados en los mercados financieros nacionales e internacionales.