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24 noviembre, 2022
Notas de Pensiones No.65 – Impacto de los cambios demográficos sobre los sistemas de pensiones de reparto: Análisis internacional – Septiembre 2022
En los sistemas de pensiones de reparto las cotizaciones de los trabajadores activos se utilizan para pagar las pensiones de los jubilados actuales, por lo que su funcionamiento dependerá estrechamente de cuántas personas en edad de trabajar existen por cada persona en edad de jubilación, es decir, de la tasa de dependencia de la vejez (TD).
Tasas de dependencia en el mundo: Al estudiar el panorama mundial, en el análisis por continente se tiene que:
– Si bien existen regiones más jóvenes que otras, la TD va a disminuir (la población envejecerá) en todas las regiones del mundo.
– Asia y Latinoamérica envejecerán muy rápidamente en los próximos años. De hecho, Latinoamérica pasará a ser la región más longeva del mundo junto a Europa en el 2100.
Tasas de cotización que se necesitarían para llegar a una tasa de reemplazo de 70% en un sistema de reparto tipo: En 1950, los sistemas de reparto podían pagar pensiones sin mayores problemas. Sin embargo, hacia 2050, para Europa se necesitaría en promedio una tasa de 42%, mientras que en Latinoamérica en promedio se necesitaría 25%, en Chile 35,6%, en Costa Rica 31,6% y en Uruguay 31%. Al 2100 las TC aumentan aún más, en Europa y Latinoamérica se necesitarían TC cercanas al 50%. Costa Rica, El Salvador, México, Chile y Uruguay necesitarían TC que bordean el 60%.
Efecto demográfico comparado sobre sistemas de reparto versus sistemas de ahorro individual: El envejecimiento en Latinoamérica generaría una caída de 52% en el monto de las pensiones de un sistema de reparto, mientras que en el caso del sistema de ahorro individual provocaría una caída de 24%. Es decir, el impacto de la demografía sobre el nivel de los beneficios en un sistema de reparto es más del doble que en un sistema de capitalización individual en Latinoamérica. Esta diferencia es consistente en los países miembros de FIAP.
Todo lo anterior implica que es necesario sustituir los sistemas de reparto total o parcialmente por sistemas de ahorro individual o incorporar mecanismos de ahorro individual voluntario progresivamente para darles sostenibilidad.