La reforma al sistema de pensiones de Chile fue aprobada en el Congreso el 29 de enero de 2025, tras un acuerdo transversal que incluyó a varios sectores políticos y que tomó más de dos años de tramitación. Ahora la reforma debe promulgarse como ley, lo que es probable ocurra en marzo.

El sistema de pensiones chileno, basado en el ahorro individual, comenzó a operar en 1981 en reemplazo del antiguo sistema de reparto, que funcionaba a través de distintas cajas de previsión y que presentaba una serie de inequidades.

Las presiones demográficas han hecho necesaria una reforma que acerque los beneficios entregados a las expectativas de las personas. Sin embargo, tras la aprobación del sistema de pensiones solidario en 2008, la única reforma que prosperó fue el establecimiento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) en 2022 que, si bien trajo una notable mejoría del monto de las pensiones, no incluyó modificaciones al pilar contributivo ni cambios en los parámetros del sistema. Por lo tanto, la reforma previsional de 2025 es la primera que, desde la creación del sistema de ahorro individual, incluye cambios paramétricos. Entre sus principales medidas destacan el aumento de la tasa de cotización con cargo al empleador, la introducción de fondos generacionales, el aumento de la PGU y licitación del stock de afiliados.

Este documento resume las características del sistema de pensiones chileno y analiza los principales cambios que introduce la nueva ley, evaluando sus posibles efectos y los desafíos pendientes, de manera de avanzar hacia pensiones suficientes y sostenibles en el tiempo.

Revisa la NOTA DE PENSIONES N° 86 AQUÍ

La reforma al sistema de pensiones de Chile fue aprobada en el Congreso el 29 de enero de 2025, tras un acuerdo transversal que incluyó a varios sectores políticos y que tomó más de dos años de tramitación. Ahora la reforma debe promulgarse como ley, lo que es probable ocurra en marzo.

El sistema de pensiones chileno, basado en el ahorro individual, comenzó a operar en 1981 en reemplazo del antiguo sistema de reparto, que funcionaba a través de distintas cajas de previsión y que presentaba una serie de inequidades.

Las presiones demográficas han hecho necesaria una reforma que acerque los beneficios entregados a las expectativas de las personas. Sin embargo, tras la aprobación del sistema de pensiones solidario en 2008, la única reforma que prosperó fue el establecimiento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) en 2022 que, si bien trajo una notable mejoría del monto de las pensiones, no incluyó modificaciones al pilar contributivo ni cambios en los parámetros del sistema. Por lo tanto, la reforma previsional de 2025 es la primera que, desde la creación del sistema de ahorro individual, incluye cambios paramétricos. Entre sus principales medidas destacan el aumento de la tasa de cotización con cargo al empleador, la introducción de fondos generacionales, el aumento de la PGU y licitación del stock de afiliados.

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