21 marzo, 2025
El mecanismo de Ahorro Previsional Voluntario (APV) resulta un medio alternativo e indispensable para mejorar las pensiones de todos los trabajadores. El APV ayuda ciertamente a los trabajadores de rentas altas a obtener una pensión más acorde a sus ingresos. En tanto, en el caso de los trabajadores con menor capacidad de ahorro (ingresos medios y bajos), los cuales mayormente no están afectos a impuestos por sus salarios, el APV puede ayudar a mejorar la pensión cuando existen subsidios estatales que fomenten el ahorro.
La revisión de las estadísticas de APV existentes a nivel internacional, da cuenta que los 10 países con mayor nivel de APV sobre PIB (mayor al 20%), son Canadá, EE.UU., Reino Unido, Irlanda, Nueva Zelanda, Bélgica, Islandia, Japón, Brasil y Portugal. Los 7 primeros puestos en términos de APV sobre PIB están entre los 22 primeros lugares del índice global de pensiones de Mercer 2023, lo que da cuenta de que los sistemas de pensiones más robustos a nivel mundial cuentan con programas de APV altamente desarrollados.
En esta nota de pensiones, se analiza el sistema de APV de 6 países seleccionados (Canadá, EE.UU., Reino Unido, Nueva Zelanda, Islandia y Brasil), sacando conclusiones respecto de los factores que han incidido en su desarrollo. La revisión de los países en cuestión da cuenta de que:
En general, cuanto menores son las tasas de reemplazo de los sistemas obligatorios (público de reparto y/o privado de ahorro), mayor es la razón APV/PIB. Ello es lógico toda vez que si la tasa de reemplazo del sistema obligatorio es menor, entonces mayor es la responsabilidad que tiene el APV para construir pensiones que se acerquen a cierto objetivo de suficiencia predefinido (por ejemplo, 70% del promedio de toda la vida laboral).
Entre 2023 y 2100, las tasas de reemplazo que provienen de los sistemas públicos de reparto tendrán que caer en promedio en 56,5% debido al envejecimiento de la población (en ausencia de otras reformas y con el fin de mantener un equilibrio entre ingresos y gastos). Ello llevará a que los sistemas de ahorro individual (obligatorio y voluntario) tengan un rol más importante para alcanzar los objetivos de suficiencia que la sociedad requiere a sus sistemas de pensiones.
Las políticas públicas que se han implementado para incentivar el APV han sido fundamentalmente de tres tipos:
Incentivos tributarios
Subsidios/créditos estatales para trabajadores de rentas más bajas
Incentivos no tributarios/no estatales: en este conjunto, encontramos básicamente las siguientes 4 políticas: (i) Enrolamiento automático a planes de APV; (ii) Liquidez/retiro para fines distintos a la jubilación; (iii) Matching Contributions por parte del empleador; y (iv) Alfabetización financiera.
Revisa más detalles sobre los factores que están detrás del exitoso desarrollo de los planes de APV a nivel mundial, descargando la nota aquí.
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