• La inversión en activos alternativos ofrece tres beneficios principales para los fondos de pensiones: una diversificación más amplia, potencial para aumentar los retornos y capacidad de reducir el riesgo y la volatilidad de la cartera.

• Invertir en activos alternativos también presenta una serie de desafíos: complejidad, altas comisiones, presencia de curva J (pérdidas al inicio de la inversión, ganancias posteriores), dificultades de valorización, y elección de los mejores administradores de activos alternativos para garantizar un buen retorno de la inversión.

• Los fondos de pensiones de América Latina han aumentado gradualmente la inversión en este tipo de instrumentos, pero aún continúa siendo significativamente inferior a la de los fondos de pensiones de países desarrollados. Ello obedece principalmente a aspectos regulatorios.

• Es importante que tanto autoridades, como administradoras, aseguren las condiciones adecuadas para avanzar en el proceso de inversión en este tipo de activos. En particular, es necesario fortalecer los gobiernos corporativos y los procesos de identificación, gestión y control de los riesgos que involucran los activos alternativos por parte de las administradoras y de las Superintendencias.

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