21 marzo, 2025
La exposición dictada por el académico de la Universidad de York en Canadá, Moshe A. Milevsky, analizó el contexto actual de los sistemas basados en la capitalización individual en América Latina y planteó una nueva forma para mejorar la planificación de los ahorros para la vejez.
El objetivo de los sistemas de pensiones era únicamente proporcionar ingresos en la vejez, pero hoy, bajo la crisis sanitaria que afectó a todo el mundo, se les considera una fuente de financiamiento para emergencias personales. Y aunque, sin duda, se puede comprender la urgencia de las necesidades a corto plazo, tales concesiones pueden ser perjudiciales a largo plazo. Esta decisión, como plantea Milevsky, es que los individuos han respondido a malos incentivos versus su propia mala situación financiera.
Dentro de los desarrollos recientes que han afectado a las pensiones latinoamericanas, Milevsky menciona las baja en las tasas de interés a nivel mundial, la volatilidad de la mortalidad y la longevidad bajo el contexto de pandemia, y los retiros de fondos de pensiones ya mencionados.
“En los últimos 5 años han habido muchos cambios en el mundo, especialmente en el contexto de las pensiones, la vejez y la planificación de la jubilación. Estos tres desarrollos importantes cambiaron la forma de calcular los dineros destinados a la vejez”, explicó el Ph.D y director general de Pi Longevity Extension Corp. en Florida, en su exposición de este jueves. Es por ello que plantea que las formas convencionales y establecidas ya no son tan efectivas para el cálculo de las próximas pensiones.
Otro de los factores que han afectado el ahorro de las jubilaciones es la informalidad en el trabajo, tal como se puede ver a lo largo de toda América Latina y el Caribe. La presentación hace hincapié en que no sólo se debe incentivar la inclusión del trabajo informal dentro del sistema de pensiones, sino también hay que hacerles ver a los trabajadores los beneficios de éste. En palabras del académico, la comunicación, la educación y el alfabetismo financiero son esenciales para generar conciencia.
Asimismo, tal como lo plantea Milevsky, nuevos estudios en conducta financiera y económica indican que si los individuos son abandonados y no se les fuerza a ahorrar para sus propias jubilaciones, sin ayuda o guía, entonces lo más probable es que fallen.
Dentro de las conclusiones principales de la presentación del académico es que el único propósito de los sistemas de pensiones es otorgar ingresos cuando la persona no es capaz de trabajar, por lo que la edad de jubilación debiese ser fijada por circunstancias personales y que no sea una constante para todos. Además, debido a la heterogeneidad de la longevidad y mortalidad, las futuras edades de jubilación deben estar vinculadas a la expectativa de vida a través de la edad biológica de las personas, y no considerando su edad cronológica.
Otra de las conclusiones de Milevsky es que la disminución en la proporción entre trabajadores activos y pasivos, producto del envejecimiento de la población, es una de las principales razones por las cuales los sistemas de pensiones deben ser de capitalización y no pueden diseñarse sobre la base del reparto de las contribuciones. De acuerdo a Milevsky, cuando la razón entre activos y pasivos es inferior a 8, un sistema basado en el reparto no es sostenible. Los datos muestran que en países como Chile, Colombia, Perú, Argentina y Uruguay esa razón es inferior a 8.
Finalmente, explicó que la forma más económica y eficiente de financiar las jubilaciones es por medio de períodos de acumulación y desacumulación, de forma colectiva
La exposición puede ser vista a través de la plataforma del sitio web del seminario (https://seminariofiap.strim.cl/).
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