La reciente resolución elaborada por la Suprema Corte respecto al cálculo de las pensiones ha generado mayores preocupaciones en este sentido. Ahora, el costo fiscal de las pensiones es un factor por considerar al evaluar los incrementos futuros en el salario mínimo.

El gasto público en pensiones es un tema muy sensible y además muy urgente porque se trata de un esquema que ya es insostenible, es muy desigual y carece de transparencia. Tan sólo vale señalar que existen más de mil sistemas de pensiones diferentes. Además, el gasto en pensiones se ha incrementado del 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 1995, hasta el 3.2 por ciento del PIB en 2018, por lo que ya representa cerca del 14 por ciento del gasto público. Para el 2025 se estima que representará el 4.5 por ciento del PIB. Para que se hagan una idea, en el 2020 este gasto superará la recaudación por concepto de IVA, pues se destinarán 965 mil 202 millones de pesos (mdp) para el pago de pensiones y jubilaciones del sector público y 135 mil 556 mdp para las pensiones no contributivas, las dos cifras representarán el 31.5 por ciento de todos los ingresos tributarios para ese año.

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