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28 marzo, 2018

Foro ICARE “Mejores pensiones para Chile”

En el día de ayer se llevó a cabo el foro de ICARE “Mejores pensiones para Chile“, en el que se presentó una amplia mirada al tema previsional en Chile y el mundo y una reflexión seria para abordar el desafío de mejorar las pensiones en Chile, el cual creemos puede ser de vuestro interés. En el siguiente link puede descargar las presentaciones de los diferentes expositores.

En el encuentro participaron el ministro del Trabajo y Previsión Social de Chile, Nicolás Monckeberg; el jefe de la Unidad de Pensiones Privadas de la OCDE, Pablo Antolín; la economista Andrea Tokman; y el asesor senior de la Autoridad de Supervisión Financiera de Dinamarca (Danish FSA), Henning Hansen.

El Ministro de Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, enfatizó que las pensiones están bajo las expectativas de los pensionados, y que ello se explica fundamentalmente por la baja tasa de cotización y la baja densidad de cotizaciones de los trabajadores. En promedio, los trabajadores chilenos pasan la mitad de su vida laboral sin cotizar. Además, en promedio, solo 38% cotiza más de 20 años y en este caso la pensión promedio de este grupo es de $303.314 (aprox. USD 500). Este panorama hace que una reforma al sistema de pensiones tenga sentido de urgencia. La propuesta del nuevo gobierno para mejorar las pensiones se basa en cuatro grupos:

(i) Aumentar las pensiones de todos los adultos mayores, mediante un aumento progresivo de 4 puntos en la cotización efectuada por los empleadores a sus trabajadores (destinado a las cuentas individuales). Ello beneficiaria a los 5,2 millones de cotizantes actuales, cuyas pensiones aumentaran gradualmente.

(ii) Mejorar solidariamente las pensiones de los adultos mayores más vulnerables, aumentando el aporte fiscal al Pilar Solidario en un 42%, lo que busca aumentar la Pensión Básica Solidaria (PBS) entre 10% y 50%, y el Aporte Previsional Solidario entre 30% y 150%. Ello beneficiaria a 1,4 millones de pensionados.

(iii) Aumentar las pensiones de la clase media y las mujeres, mediante la ampliación de la cobertura del Pilar Solidario para los pensionados de mayor edad (beneficiando a 45.000 nuevos pensionados) y un complemento de pensiones para la clase media cuando se decida postergar la edad de jubilación (para hombres y mujeres con más de 20 y 16 años de cotización, respectivamente). Además, se establecerá que los pensionados por Retiro Programado en el pilar Solidario mantengan su pensión constante (sin reducciones en el tiempo).

(iv) Fortalecer la competencia y los servicios, mediante la autorización de un monto de libre disposición para quienes extiendan la edad de jubilación y nuevos incentivos para el desarrollo de planes de ahorro previsional voluntario.

Por su parte, Pablo Antolín, resaltó que de acuerdo a la publicación Pension at a Glance de la OCDE, con una tasa de retorno de las inversiones del 5% (que es la tasa a la que debería converger el sistema), un 10% de contribución por un período de 40 años, la tasa de reemplazo máxima a la que se podría aspirar es de un 40%, mucho más baja que la tasa de reemplazo de 70% que muchas personas tenían en mente.

Según el experto, en Chile la conclusión errónea que algunos plantean en la discusión, es que lo anterior significa un fracaso del sistema de capitalización individual y que en consecuencia se debe volver a un sistema de reparto, cuando en realidad la única solución al problema de las bajas tasas de reemplazo es cotizar más y por más tiempo.

Introducir un sistema de reparto sin aumentar las contribuciones que garanticen tasas de reemplazo del 60% solo se puede conseguir con grandes aumentos en los déficits fiscales, lo que es financieramente insostenible. Antolín señala, además, dado que el sistema de capitalización chileno funciona bien y está conforme a las mejores prácticas de la OCDE, no es recomendable volver a un sistema de reparto. El paquete de reformas que debiera implementarse debería ser integral y considerar estos puntos:

(i) Un aumento de la cobertura y del monto mínimo de la pensión;

(ii) Un aumento de las contribuciones del 10% al 18% en forma gradual, mediante aumentos ligados a incrementos salariales (auto-escalamiento), matching contribution del empleador o Estado para rentas medias y bajas, y contribuciones de los empleadores;

(iii) Estudiar mecanismos parar reducir los costos de la administración de los fondos de pensiones (tales como comisión fija y comisión ligada a rendimiento o desempeño; AFP estatal por defecto; potenciar y mejorar mecanismo de licitación de afiliados).

(iv) Mejorar el diseño de las pensiones no contributivas; el componente solidario debe estar perfectamente integrado con las cuentas individuales.

(v) Establecer por defecto una renta vitalicia diferida comprada en el momento de jubilarse pero que no empiece a pagar sino hasta en 20 años después (desde los 85 años), con el fin de proteger contra el riesgo de longevidad.

(vi) Obligar a contribuir a los trabajadores independientes, y en caso no sea posible, establecer incentivos que hagan consientes a estos trabajadores de los costos que tiene no participar en el sistema de pensiones, o establecer bonificaciones por contribuir al inicio (desaparece si no se sigue contribuyendo).

El experto terminó su presentación volviendo a enfatizar que, si el propósito es mejorar las pensiones, la única solución posible es contribuir más y por más tiempo.

Posteriormente, el asesor senior de la Autoridad de Supervisión Financiera de Dinamarca, Henning Hansen, expuso sobre los beneficios y desafíos del sistema de pensiones de contribuciones definidas en Dinamarca. Este sistema de pensiones se ve como un ejemplo, puesto que en el ranking mundial de pensiones, Dinamarca está catalogado en el nivel A con un índice de casi 80 puntos, según el informe Global Pension Index de la consultora Mercer.

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28 marzo, 2018

Foro ICARE “Mejores pensiones para Chile”

En el día de ayer se llevó a cabo el foro de ICARE “Mejores pensiones para Chile“, en el que se presentó una amplia mirada al tema previsional en Chile y el mundo y una reflexión seria para abordar el desafío de mejorar las pensiones en Chile, el cual creemos puede ser de vuestro interés. En el siguiente link puede descargar las presentaciones de los diferentes expositores.

En el encuentro participaron el ministro del Trabajo y Previsión Social de Chile, Nicolás Monckeberg; el jefe de la Unidad de Pensiones Privadas de la OCDE, Pablo Antolín; la economista Andrea Tokman; y el asesor senior de la Autoridad de Supervisión Financiera de Dinamarca (Danish FSA), Henning Hansen.

El Ministro de Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, enfatizó que las pensiones están bajo las expectativas de los pensionados, y que ello se explica fundamentalmente por la baja tasa de cotización y la baja densidad de cotizaciones de los trabajadores. En promedio, los trabajadores chilenos pasan la mitad de su vida laboral sin cotizar. Además, en promedio, solo 38% cotiza más de 20 años y en este caso la pensión promedio de este grupo es de $303.314 (aprox. USD 500). Este panorama hace que una reforma al sistema de pensiones tenga sentido de urgencia. La propuesta del nuevo gobierno para mejorar las pensiones se basa en cuatro grupos:

(i) Aumentar las pensiones de todos los adultos mayores, mediante un aumento progresivo de 4 puntos en la cotización efectuada por los empleadores a sus trabajadores (destinado a las cuentas individuales). Ello beneficiaria a los 5,2 millones de cotizantes actuales, cuyas pensiones aumentaran gradualmente.

(ii) Mejorar solidariamente las pensiones de los adultos mayores más vulnerables, aumentando el aporte fiscal al Pilar Solidario en un 42%, lo que busca aumentar la Pensión Básica Solidaria (PBS) entre 10% y 50%, y el Aporte Previsional Solidario entre 30% y 150%. Ello beneficiaria a 1,4 millones de pensionados.

(iii) Aumentar las pensiones de la clase media y las mujeres, mediante la ampliación de la cobertura del Pilar Solidario para los pensionados de mayor edad (beneficiando a 45.000 nuevos pensionados) y un complemento de pensiones para la clase media cuando se decida postergar la edad de jubilación (para hombres y mujeres con más de 20 y 16 años de cotización, respectivamente). Además, se establecerá que los pensionados por Retiro Programado en el pilar Solidario mantengan su pensión constante (sin reducciones en el tiempo).

(iv) Fortalecer la competencia y los servicios, mediante la autorización de un monto de libre disposición para quienes extiendan la edad de jubilación y nuevos incentivos para el desarrollo de planes de ahorro previsional voluntario.

Por su parte, Pablo Antolín, resaltó que de acuerdo a la publicación Pension at a Glance de la OCDE, con una tasa de retorno de las inversiones del 5% (que es la tasa a la que debería converger el sistema), un 10% de contribución por un período de 40 años, la tasa de reemplazo máxima a la que se podría aspirar es de un 40%, mucho más baja que la tasa de reemplazo de 70% que muchas personas tenían en mente.

Según el experto, en Chile la conclusión errónea que algunos plantean en la discusión, es que lo anterior significa un fracaso del sistema de capitalización individual y que en consecuencia se debe volver a un sistema de reparto, cuando en realidad la única solución al problema de las bajas tasas de reemplazo es cotizar más y por más tiempo.

Introducir un sistema de reparto sin aumentar las contribuciones que garanticen tasas de reemplazo del 60% solo se puede conseguir con grandes aumentos en los déficits fiscales, lo que es financieramente insostenible. Antolín señala, además, dado que el sistema de capitalización chileno funciona bien y está conforme a las mejores prácticas de la OCDE, no es recomendable volver a un sistema de reparto. El paquete de reformas que debiera implementarse debería ser integral y considerar estos puntos:

(i) Un aumento de la cobertura y del monto mínimo de la pensión;

(ii) Un aumento de las contribuciones del 10% al 18% en forma gradual, mediante aumentos ligados a incrementos salariales (auto-escalamiento), matching contribution del empleador o Estado para rentas medias y bajas, y contribuciones de los empleadores;

(iii) Estudiar mecanismos parar reducir los costos de la administración de los fondos de pensiones (tales como comisión fija y comisión ligada a rendimiento o desempeño; AFP estatal por defecto; potenciar y mejorar mecanismo de licitación de afiliados).

(iv) Mejorar el diseño de las pensiones no contributivas; el componente solidario debe estar perfectamente integrado con las cuentas individuales.

(v) Establecer por defecto una renta vitalicia diferida comprada en el momento de jubilarse pero que no empiece a pagar sino hasta en 20 años después (desde los 85 años), con el fin de proteger contra el riesgo de longevidad.

(vi) Obligar a contribuir a los trabajadores independientes, y en caso no sea posible, establecer incentivos que hagan consientes a estos trabajadores de los costos que tiene no participar en el sistema de pensiones, o establecer bonificaciones por contribuir al inicio (desaparece si no se sigue contribuyendo).

El experto terminó su presentación volviendo a enfatizar que, si el propósito es mejorar las pensiones, la única solución posible es contribuir más y por más tiempo.

Posteriormente, el asesor senior de la Autoridad de Supervisión Financiera de Dinamarca, Henning Hansen, expuso sobre los beneficios y desafíos del sistema de pensiones de contribuciones definidas en Dinamarca. Este sistema de pensiones se ve como un ejemplo, puesto que en el ranking mundial de pensiones, Dinamarca está catalogado en el nivel A con un índice de casi 80 puntos, según el informe Global Pension Index de la consultora Mercer.