30 septiembre, 2024
El ingeniero dice que el éxito del modelo económico boliviano funcionó mientras hubo recursos y ahora se ve la realidad marcada por la ideología.
El ingeniero con posgrados en Chile y España Walter Morales (Santa Cruz, 1978) fue presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) entre 2019 y 2020, años en que pocos pensaban en una crisis económica como la que vive hoy el gobierno del Presidente Luis Arce, con escasez de dólares y las reservas internacionales en niveles mínimos, y la estatización de los fondos de pensiones era un proyecto que avanzaba lento en el Congreso desde 2010 y del que pocos se acordaban.
Las administradoras de fondos de pensiones (AFP) privadas entregaron este mes cerca de US$ 24 mil millones (el equivalente a poco más del 50% del PIB boliviano) que gestionaban desde 1997 al organismo estatal boliviano bautizado como Gestora Pública, lo que abrió una serie de dudas técnicas y políticas sobre el futuro de estos ahorros y que Morales comenta en entrevista con “El Mercurio”, luego de participar esta semana de un seminario organizado por la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP).
—El gobierno boliviano asegura que con el fin de las AFP habrá mejores rendimientos, menos comisiones y pensiones más altas, argumentos frecuentes en los países que discuten propuestas similares. ¿El gobierno puede cumplir esto?
Eliminar un costo de administración no veo que sea significativamente trasladable hacia los fondos para mejorar la rentabilidad, y por ende, las jubilaciones de los afiliados”.
—¿Cuáles han sido las primeras respuestas de los mercados, los actores económicos en Bolivia frente a esta estatización?
“Mira, ha ocurrido algo particular. En Bolivia no se desarrolló mucho el mercado de las AFP, y había una especie de alineamiento para que se desarrolle el mercado de valores. Pero luego, el año 2005 y en 2006, cuando entra Evo Morales, como bien conoces el proceso, le toca administrar las reformas anteriores.
Entonces, la gente de a pie conoce muy poco todas las ventajas que han generado las AFP, por lo que muy poco han defendido el sistema, solamente académicos, el propio sistema financiero, el mercado de valores, que han demostrado que los recursos de los fondos de pensiones fueron utilizados en muchos proyectos que antes no se podían financiar.
Recién ahora la gente empezó a manifestarse, teniendo miedo de que ahora el gobierno va a administrar sus recursos, en un país en el cual hay antecedentes nefastos de administración de las pensiones. Probablemente, la respuesta ha sido muy tardía de la gente, por todos esos factores, y veo difícil que sea un elemento que se pueda retrotraer. Solo queda esperar que de aquí para adelante las cosas se puedan manejar mejor”.
Lee la entrevista completa en El Mercurio
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