21 marzo, 2025
La reforma de las pensiones en la que trabajan los responsables del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que está siendo negociada con los agentes sociales, se ha fijado como meta preservar la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones, un objetivo temporal sensato, ya que ahora, después de más de una década, está empezando a tener algunos efectos la profunda reforma de 2011, sobre todo en la edad de retiro y en la cuantía de las prestaciones de los nuevos jubilados, básicamente por las penalizaciones al retiro anticipado. La reforma de José Luis Rodríguez Zapatero contemplaba el retraso gradual en la edad de jubilación, desde los 65 años hasta quedar fijada en los 67 años en el año 2027; el aumento gradual desde los 15 últimos años de cotizaciones hasta los últimos 25 -en 2022 y años sucesivos- y pérdidas de pensión por el retiro antes de la edad legal.
Todas estas iniciativas juntas, además de las ya incluidas en el primer paquete de medidas en vigor desde enero, están facilitando un cambio de contexto en la buena dirección, si bien la derogación del Factor de Sostenibilidad impulsado por el Partido Popular y la revalorización de las pensiones con el IPC frenarán en parte el objetivo de garantizar más ingresos y reducir considerablemente los gastos. Según la estadística que periódicamente facilita la Seguridad Social, la cuantía media de las prestaciones de los nuevos jubilados lleva a la baja desde el mes de enero y se ha reducido, de media, en un 11%, mientras, los trabajadores han empezado a desembarcar en el sistema con 64,9 años de media en junio, muy cerca del primer objetivo, que superan ampliamente las mujeres -65,4- y los autónomos -66,1-.
Lee la nota completa en La Información
21 marzo, 2025
25 febrero, 2025
4 febrero, 2025