19 noviembre, 2024
“El proceso de envejecimiento poblacional supone uno de los mayores retos estructurales que afronta la economía española”, así firman investigadores del Banco de España un análisis sobre el envejecimiento de la pirámide demográfica española y su efecto directo sobre el mercado laboral y, de forma consecuente, sobre el sistema público de pensiones. La tendencia natural que arrastra el país llevará a que la ratio entre la población de 65 años o más y la población activa (de 15 a 64 años) subirá cinco puntos para 2030, alcanzando el 35,1%.
El banco central recoge los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que espera un incremento de la población mayor de 15 años de 3,4 millones hasta 2030. Sin embargo, lejos de sumar fuerza laboral al mercado de trabajo, solo el colectivo mayor de 65 años -que en su mayoría serán jubilados- supondrán casi dos millones de este aumento. Tal y como expone la institución que lidera Pablo Hernández de Cos, el aumento de la población total y de la mano de obra estaría sustentado por los flujos migratorios netos.
Pese a todo, la tasa de actividad continuaría hundiéndose. Durante la última década, el envejecimiento habría impactado de forma negativa en 3,4 puntos. De cara a los próximos ejercicios y hasta final de la presente década, este indicador bajaría otros 2,8 puntos. Los inmigrantes ‘salvan’ a la economía de una potencial caída adicional de 1,6 puntos.
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