El estudio ofrece una reflexión en torno al impacto económico y sobre la seguridad social derivado del proceso de envejecimiento poblacional. La hipótesis que plantea este informe es que la tendencia a la propagación de una población envejecida, podría ser uno de los factores que está detrás de tres grandes tendencias globales: la creciente interdependencia financiera, el estancamiento secular y la creciente desigualdad económica. De igual forma, el estudio aborda los principales efectos de la transición demográfica sobre el sostenimiento de los sistemas de pensiones y salud, piezas clave de los sistemas de seguridad social a nivel internacional.