Las personas mayores (de 56 a 61 años de edad) que tienen una deuda no garantizada con altas tasas de interés tienden a estar entre las más expuestas a dificultades financieras. Además, muchas personas tienen esa deuda durante la jubilación. Este estudio investiga tres razones potenciales para este comportamiento preocupante: baja educación financiera, falta de información y sesgos de comportamiento. Los autores explican cómo cada uno de estos factores puede llevar a las personas mayores a tener una deuda excesiva y las implicaciones para su bienestar en la jubilación.

Algunas conclusiones clave de este estudio son las siguientes:

• Los adultos mayores con mayor conocimiento financiero son los que tienen menos probabilidades de informar que tienen demasiadas deudas o que son financieramente frágiles.
• Personas mayores con ingresos más altos y más educación tienden a tener una deuda a largo plazo, como las hipotecas, mientras que aquellas con ingresos más bajos y menos educación tienden a tener una deuda de alto costo, como los préstamos de día de pago (de corto plazo).
• La deuda no garantizada a corto plazo es un fuerte indicador de dificultades financieras para las personas mayores que están a punto de jubilarse.
• Las mujeres mayores y las personas con más hijos dependientes tienen una probabilidad significativamente mayor de reportar sobreendeudamiento y no pueden enfrentar emergencias financieras.