La sostenibilidad de los sistemas de pensiones a nivel mundial fue la temática de la mesa redonda en la que participó Guillermo Arthur, presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) en el marco de un encuentro organizado por dicha entidad junto con la Organización Internacional de Empleadores (OIE) en Ginebra.

En la instancia Arthur planteó que los sistemas previsionales de reparto han ido perdiendo sostenibilidad y se refirió a los cambios demográficos a nivel global. Por un lado, en Europa, la cantidad de personas de 25 a 64 años por cada persona de 65 años o más era de 6,1 en 1950; 2,9 en 2020 y será de 1,7 en 2050. Esto quiere decir que en los próximos 30 años la pensión debería caer en un 41% si esta fuera la única variable de ajuste para equilibrar el sistema de reparto.

En esa línea, el envejecimiento de la población es un fenómeno que está ocurriendo en todo el mundo y de manera más acelerada en Asia y América Latina. En este último, estos cambios equivaldrán a una caída del monto de las pensiones en un 52% en los próximos 30 años.

Buscando mitigar el impacto del envejecimiento de la población, algunos países han implementado cambios como aumentar la edad de jubilación, reducir beneficios o aumentar las contribuciones sin embargo, no ha sido suficiente para evitar altos niveles de endeudamiento público.

Dado lo anterior es que desde FIAP se argumentó que para hacer frente a la insostenibilidad de los sistemas previsionales se debe basar parte de su financiamiento en la capitalización individual donde los recursos provienen principalmente del rendimiento de las inversiones, a diferencia del sistema de reparto que es financiado exclusivamente a través de las contribuciones. Chile, México y Perú son algunos ejemplos, donde más de dos tercios de los ahorros para pensiones corresponden a rentabilidad y un tercio a contribuciones de los trabajadores.

Asimismo, el presidente de FIAP destacó que los sistemas de capitalización individual han tenido efectos macroeconómicos positivos, contribuyendo al crecimiento del PIB, el empleo y los salarios. Además, desde su implementación han mostrado una rentabilidad real promedio del 6,7% anual hasta diciembre de 2022.

Arthur resaltó que para asegurar la sostenibilidad de las pensiones, algunos países, especialmente de América Latina, han sustituido o complementado sus sistemas de reparto con los de capitalización. Mientras que en 1999, 17 países habían adoptado la modalidad de ahorro individual, la cifra aumentó a 51 en 2022, demostrando que la tendencia global hacia la capitalización individual va al alza.

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