1 julio, 2024
El responsable de Análisis Económico en BBVA Research, Rafael Doménech, analizó los cambios demográficos de los próximos años y los ajustes necesarios a los sistemas de pensiones para reducir la gran brecha que se dará entre quienes serán pensionados y quienes trabajarán para costear las pensiones
Para que los sistemas de pensiones sean viables y sostenibles, éstos deben adaptarse a los continuos cambios económicos, sociales y demográficos que experimentan las sociedades. El desafío es encontrar un doble equilibrio, explicó el economista, Rafael Doménech, en su exposición “Los sistemas de pensiones de reparto en el contexto demográfico actual: el caso de Europa”.
“Los cambios deben ser graduales, que busquen la sostenibilidad y sean creíbles para la sociedad. Por otro lado, deben ser entre generaciones y segmentos de la población que se vean afectados por las modificaciones en el sistema. Ahí hay que encontrar este equilibrio”, dijo.
El principal reto al que se enfrenta el pilar de reparto, característico del sistema público europeo, es consecuencia de dos temas demográficos: la mayor esperanza de vida de las personas y que las generaciones más jóvenes sean menos numerosas. La cifra más preocupante, que las proyecciones apuntan, es que la tasa de dependencia (entendida como población de 65 años o más, sobre la población de 20 y 64 años) prácticamente se duplicará o estará cerca de hacerlo en los países europeos entre 2020 y 2060. Lo anterior implica que para mantener los beneficios, la tasa de cotización tendría que duplicarse.
Como explica Doménech, existen cuatro factores que determinan el gasto en pensiones sobre el PIB, y son éstos a los que se debe prestar atención para realizar los cambios a futuro: Tasa de dependencia (población de 65 años o más años sobre la población entre 20 y 64 años), tasa de cobertura (pensionados sobre la población de 65 o más años), tasa de prestación (pensión promedio sobre PIB/empleo) y tasa de empleo (Empleo sobre población entre 20 y 64 años). De estos, los más determinantes son las tasas de prestación y de empleo.
Las previsiones expuestas en la presentación apuntan a que, inevitablemente, en las próximas tres décadas el gasto en pensiones sobre el PIB aumentará en 1,5 puntos porcentuales en promedio.
Los países europeos han tenido que tomar medidas para apoyar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Entre las medidas que se han tomado están el aumento en la edad de jubilación, mecanismos de ajuste para reequilibrar el gasto en función del déficit del sistema de pensiones y cambios en los criterios para revalorizar las pensiones (en función del crecimiento de los precios, de los salarios o de una combinación de ambos).
Ante el envejecimiento, el orador explicó que los países europeos pueden elegir distintas alternativas: disminuir la tasa de prestación; ligar las pensiones a la esperanza de vida; aumentar la edad legal de jubilación o aumentos de la presión fiscal, establecer reformas estructurales que disminuyan las tasas de desempleo, aumenten la tasa de actividad y de empleo, la productividad y los salarios; y fomentar un mayor nivel de ahorro complementario, el cual mejore el monto de las pensiones de manera sostenible.
“No hay soluciones definitivas, sino que ajustes graduales porque la sociedad se enfrenta constantemente a nuevos desafíos. No hay soluciones gratuitas tampoco, trasladar el déficit al Estado no resuelve el problema. Es necesario un consenso social para repartir los ajustes de forma equitativa, eficiente y transparente”, concluyó el economista.
La exposición puede ser vista a través de la plataforma del sitio web del seminario (https://seminariofiap.strim.cl/).
Ver todos los comunicados
1 julio, 2024
17 junio, 2024
29 abril, 2024