23 enero, 2023
El debate que se ha generado recientemente sobre el tema pensional a raíz de las propuestas de candidatos presidenciales nos recuerda no solo lo complejo que es nuestro sistema pensional, sino también la urgencia de encontrar propuestas viables y equitativas para reformarlo. Más allá de las diferentes posiciones políticas, todos los colombianos estamos de acuerdo con que el sistema de protección para la vejez no funciona como debería funcionar, cubre a muy pocas personas y es sumamente desigual: deja a millones de adultos mayores sin aseguramiento, mientras que paga millonarias pensiones a una minoría. Como consecuencia, somos el país de América Latina con la mayor tasa de pobreza en adultos mayores, y tenemos a casi el 95 % de los trabajadores del campo sin pensión. Rediseñar el sistema pensional colombiano es urgente.
El debate debe empezar por entender el “Sistema de Protección para la Vejez”, el cual tiene tres grandes componentes. El primero es Colombia Mayor, un programa de subsidios para las personas de la tercera edad más pobres, que brinda un subsidio mensual de $80.000, y beneficia a casi 1,7 millones de personas. El segundo componente son los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), dirigido a quienes ganan menos de un salario mínimo y no logran cotizar a pensión, por lo cual se les brinda una alternativa para hacer ahorros flexibles, que se devuelven al llegar a la tercera edad, junto con una “bonificación” del Estado. Finalmente, el tercer componente es el sistema de pensiones contributivas, en el cual existen dos regímenes, uno público (el Régimen de Prima Media – RPM), y uno privado (el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad – RAIS). Los dos regímenes compiten entre sí por vincular a los trabajadores formales que cotizan mensualmente para obtener su pensión al llegar a la edad de jubilación (57 años para mujeres y 62 para hombres). Este formato, de tener dos regímenes compitiendo entre sí, solo existe en dos países en el mundo: Colombia y Perú.
Cada régimen opera de manera diferente. El público es administrado por Colpensiones y está basado en una bolsa común a la que cotizan todos los trabajadores activos y entrega las prestaciones a los pensionados a partir de una fórmula establecida. En cambio, el régimen privado es administrado por fondos de pensiones, y funciona como cuentas de ahorro individual, a las que cada trabajador contribuye a lo largo de su vida. El requisito de semanas mínimas para lograr la pensión varía entre ambos regímenes. En el público son 1.300 semanas (25 años), mientras que, en el privado, se requiere alcanzar un ahorro mínimo que depende de las características y contribuciones de cada persona.
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