Este estudio calculó el impacto redistributivo de los sistemas de pensiones en América Latina y El Caribe (ALC) y concluyó que en los sistemas de reparto de beneficios definidos (como Colombia y Paraguay) los tres deciles más altos de ingresos laborales concentran entre el 70% y el 95% de todos los subsidios. Para ello, los autores primero calculan los beneficios teóricos de las pensiones para trabajadores hipotéticos en 25 países de ALC. Muestran que, en promedio, los sistemas de pensiones de ALC están subsidiados, ya que brindan pensiones superiores a las que los trabajadores habrían obtenido al invertir las contribuciones a las pensiones en un activo seguro. De manera similar, los sistemas de pensiones están diseñados para ser progresivos al ofrecer tasas de reemplazo (pensiones en relación con los ingresos) más altas para los trabajadores de bajos ingresos. Los autores muestran que, en promedio, en cinco países los sistemas de pensiones brindan subsidios importantes a aquellos trabajadores que obtienen una pensión. Sin embargo, dados los altos niveles de trabajo informal, en algunos países esos subsidios están altamente concentrados entre los trabajadores de altos ingresos. La variación es grande entre países: los tres deciles más altos de ingresos laborales concentran entre el 70% y el 95% de todos los subsidios en sistemas de reparto con beneficios definidos como Paraguay y Colombia. En los sistemas de contribución definida, los subsidios son mucho más progresivos, pero aun así, debido a que los trabajadores de bajos ingresos no califican para pensiones mínimas, entre el 50% y el 60% de los subsidios se concentran en los deciles de altos ingresos. Países como Chile, con subsidios explícitos dirigidos a la parte inferior de la distribución del ingreso, obtienen una distribución más progresiva de los subsidios. Debido a las tasas de participación relativamente bajas, las mujeres tienen un vínculo más débil con el sistema de pensiones. También es menos probable que se beneficien de subsidios implícitos. Finalmente, muestran que las pensiones no contributivas, si están bien focalizadas, mejoran en gran medida las propiedades redistributivas de los sistemas de pensiones en ALC.

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