La OIT presentó su Estrategia de Formalización para América Latina y el Caribe (FORLAC 2.0) que se implementará entre los años 2024 y 2030. A corto plazo, FORLAC 2.0 busca contribuir a mejorar las políticas y las instituciones que impactan en la transición a la economía formal, incluir la voz de organizaciones empresariales y sindicales que no se encuentran adecuadamente representadas en el diseño de las políticas, y mejorar el entorno institucional para estimular la formalización laboral y empresarial. A mediano y largo plazo, FORLAC 2.0 espera contribuir a lograr avances en el aumento de la productividad, la transformación y la diversificación productiva, la mayor cobertura de la protección social, la reducción de brechas sociales y económicas en los territorios —sobre todo para las zonas rurales—, y la generación de mayores oportunidades para grupos vulnerables y mujeres; así como contribuir a la promoción de una transición justa en el contexto del cambio climático y tecnológico. La informalidad laboral afecta a una de cada dos personas trabajadoras en la región. A pesar de los avances para la transición a la economía formal a principios del siglo XXI, la informalidad sigue siendo un desafío persistente. La mayoría de la informalidad laboral está compuesta por trabajadores del sector informal, sobre todo por el trabajo por cuenta propia, lo que está relacionado a la baja productividad, y se refleja en la pobreza laboral y el acceso limitado a la protección social. Asimismo, la región enfrenta una gran heterogeneidad empresarial, en tamaño y nivel de productividad. La transformación digital, el cambio climático y la actividad ilícita presentan tanto retos como oportunidades. El enfoque que FORLAC 2.0 propone es de productividad con trabajo decente como estrategia central para combatir la informalidad. En este sentido, FORLAC 2.0 se basa en seis premisas que orientan la formulación e implementación de políticas:

• Sin un aumento sostenido de la productividad no habrá una reducción sostenida de la informalidad.
• Sin el cumplimiento de los derechos laborales no hay empleo formal.
• La informalidad no es un bloque monolítico y homogéneo.
• No existen soluciones instantáneas ni rutas únicas hacia la formalidad.
• La formalización debe contribuir a la transición justa en el contexto del cambio climático y tecnológico.
• Para formalizar hay que incluir, dialogar y ejecutar.