30 octubre, 2023
A pesar de que las pensiones subirán este año en Alemania un 3,2% en el este del país y un 3,4% en el oeste, el Gobierno federal se ha puesto ya manos a la obra para asegurar el incierto futuro de la renta de los pensionistas. Para ello, una comisión formada por cuatro mujeres y seis hombres en representación de los partidos de Gobierno, sindicatos y empresarios deberán, a partir de ahora, idear un concepto que asegure el futuro de las pensiones a partir del 2025.
Para ello, la coalición de Gobierno formada por los conservadores de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas han fijado como primeras dos premisas que el nivel de la tasa de contribución no supere para entonces el 20% del salario bruto y que las pensiones no caigan por debajo del 48%.
Según los pronósticos de Berlín, alrededor del año 2025 se consumará el tan temido cambio demográfico que, en el caso de Alemania supondrá una drástica carga para el sistema de pensiones federal debido al envejecimiento de la sociedad.
Pero, “¿cómo será posible convertir la paja en oro?”, se pregunta el semanario Focus. Las previsiones son pesimistas ya que, en la actualidad, el financiamiento de las pensiones se nutre siempre y cuando la proporción de empleados y pensionistas se mantenga estable.
Sin embargo, en Alemania, las cifras de natalidad apuntan a que el número medio de hijos por mujer está muy por debajo de dos por lo que en el futuro cada vez menos trabajadores tendrán que financiar al total de jubilados. Sin duda, la solución con mayor número de detractores ya está sobre la mesa de la comisión: aumentar la edad de jubilación más allá de los actuales 67 años.
Algo que, a toda luces, es social y políticamente rechazado. Otra de las opciones que se estudiarán recaerá directamente en la inmigración. Si la natalidad se mantendrá baja, la comisión analizará aumentar permanentemente la afluencia de trabajadores calificados del exterior.
En los últimos años, la movilidad laboral en la UE ha jugado un papel nada despreciable en el buen desarrollo del mercado laboral alemán. Así, el número de empleados procedentes de otros Estados de la UE que ha cotizado en la Seguridad Social germana se ha duplicado desde 2012, hasta los dos millones.
No obstante, este cálculo solo podría funcionar en caso de que la nueva inmigración sea constante y cuantitativamente compatible. Con la actual situación legal se requerirá que más de 300.000 inmigrantes de media cada año coticen en la Seguridad Social y que este número alcance incluso el medio millón anual, según disminuya el nivel de las pensiones.
Otras posibilidades serán asimismo debatidas por esta comisión aunque, desde hace años, se advierte permanentemente desde el Gobierno que, para mantener el nivel de vida, se debe completar la pensión con planes privados de jubilación.
En Alemania, la pensión media actual es de 1.124 euros para los hombres del oeste del país y de 1.040 euros para los hombres en el territorio de la extinta República Democrática Alemana. Además, en el este, la pensión promedio para las mujeres es de 846 euros mientras que en el oeste es de 580 euros.
Fuente: www.eleconomista.es
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